La falsedad tiene alas y vuela, y la verdad la sigue arrastrándose.
La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida.
La pluma es la lengua del alma.
La verdad adelgaza y no quiebra, y siempre nada sobre la mentira como el aceite sobre el agua.
Más vale la pena en el rostro que la mancha en el corazón.
Sábete Sancho, que no es un hombre más que otro, si no hace más que otro.